He nacido a mediados del siglo pasado y en este momento estoy esperando con alegría la llegada de mi segundo nietito. He tenido la suerte de convertirme en padre de tres hijos, pero desafortunadamente dos de ellos viven en el extranjero. Para compensar su ausencia, he decidido alquilar sus habitaciones y gracias al B&B, he encontrado no solo un apoyo económico, sino también una gran ayuda para mi bienestar emocional. Después de pasar 25 años como vendedor, he desarrollado una notable habilidad para relacionarme con las personas. Realmente disfruto conversando con mis huéspedes durante el desayuno, especialmente cuando son jóvenes y podrían ser mis propios hijos. Esto me ayuda a sentirme menos solo y a llenar la distancia que me separa de mis seres queridos.